31 de mayo de 2013

El rabito de la a

El rabito de la a

Jornadas de Educación Infantil 2013 de La Axarquía. Una de tantas. En la mesa redonda final discutimos, como siempre, sobre cómo enseñar a leer y escribir. Que si constructivismo, que si de forma tradicional, con metodologías globales o analíticas. Que si la direccionalidad es importante, que si el rabito de la a,…
Y yo, como siempre, cuestionándome todo. Sintiendo contradicciones por doquier. Me pongo las gafas de mirar con perspectiva y planteo:
-         En La Edad Media, algunos monjes copistas eran analfabetos. Sólo sabían dibujar letras maravillosas sin saber lo que escribían. No era cuestión de que descubrieran lo que planteaban Platón o Aristóteles, en una época en la que pensar era un sacrilegio.
-         Uno de los mejores escritores contemporáneos es Jorge Luís Borge. Escribió muchas de sus obras cuando se quedó ciego. Parece que ser un maestro de la escritura no tiene mucho que ver con dibujar letras, sino más bien con contar historias de forma creativa.  
-         Cuenta Bettelheim en su libro Aprender a leer, que muchos judíos aprenden a descifrar las letras antes de ir a la escuela, de forma natural, porque han compartido con sus padres la lectura diaria de La Biblia. Y se han dado casos de niños judíos que leen con el texto al revés, porque miraban el libro sagrado, en el que sus padres leían, desde el otro lado de mesa.
-         Cada vez más, nuestros jóvenes escriben y leen en soporte que no es papel. La mayor parte de lo que se escribe se realiza con los pulgares en pantallas digitales. La totalidad de lo que se lee fuera de la escuela es letra de imprenta no enlazada. Hoy día, se ha sustituido la pinza de los dedos para coger el lápiz por un dominio endiablado de los pulgares para escribir mensajes de textos.
Es por eso que pienso que estamos perdiendo el tiempo en discusiones bizantinas, en si la dos rayas o una para escribir, que si en pautas o en folio en blanco, que si métodos globales o analíticos, que si el rabito de la a…
Que los niños y niñas de hoy aprenden a leer y escribir de otra manera es un hecho constatable.
Quizás el planteamiento actual de la escuela sobre la escritura debería ser el que siempre debió ser:
Se aprende a escribir escribiendo pensamientos de una forma narrativa y comunicativa. Se aprende a leer leyendo textos de la vida.

Cristóbal Gómez Mayorga