8 de marzo de 2024

Presentación del Libro «EL CATALEJO. MIRADAS DE INFANCIA» de Gema Atencia.

Vemos desde la perspectiva que nuestros ojos y cerebro nos permiten. Sin embargo, hay personas que ven más allá, personas que tienen incorporado en sus ojos un catalejo. Son capaces de adentrarse en los sentimientos de esas criaturas que tenemos en la escuela y de vislumbrar «Miradas de infancia». 

«EL CATALEJO. MIRADAS DE INFANCIA». Así titula este maravilloso libro mi amiga y compañera Gema Atencia. El término catalejo se compone de las palabras «catar» y «lejos». Catar, según la Real Academia Española, significa tanto probar, degustar y saborear, como mirar, observar, examinar y otear. Y es que la autora de esta hermosa obra tiene la habilidad de ver con su catalejo a las niñas y niños de su aula, observándolos muy de cerca. Mostrándonos cómo la infancia es un período clave en la formación de nuestra identidad y en la construcción de nuestra visión del mundo.

Para educar de manera efectiva es esencial tener la capacidad de ver el alma de las personas: sus sentimientos, necesidades y sueños. ¿Qué cómo se adquiere? Recordando nuestros deseos de la infancia y volviendo a escuchar a esa niña o niño que fuimos. Solo así podremos comprender los comportamientos, emociones y sentimientos de la niñez.

Este libro aborda precisamente esta cuestión. Gema, como maestra reflexiva y emocional, ha explorado su propio interior y se ha recompuesto. Gracias a ello, tiene una mirada capaz de ver de cerca el alma de la infancia a través de su catalejo vivencial. Educamos con lo que sabemos, pero también con lo que fuimos y con lo que somos. Gema alberga en su alma recuerdos, emociones, sentimientos y conocimientos suficientes para educar de forma amorosa, ya que fue una niña disfrutona que creció en un ambiente amable y feliz. Y nos presenta un libro redondo, donde muestra sus vivencias infantiles y sus experiencias educativas con una base científica que sustenta toda su práctica.

En su escuela, proyecta juegos y actividades que la hicieron feliz en su niñez, pensando que beneficiará a su alumnado: el escondite, tan necesario para resguardarnos del complejo mundo que nos espera; la magia de jugar a mezclar mejunjes; la importancia de la tierra y el agua para disfrutar de sensaciones; la música que acompasa nuestras almas para crecer en armonía; construir para construirnos, porque todo lo que hacemos hacia afuera nos reconstruye por dentro; el micrófono que nos da la voz necesaria para ser, porque cuando nos expresamos construimos identidades; cocinar para alimentarnos en cuerpo y alma; jugar con el lenguaje, con las palabras, con las rimas, con las metáforas, para crear pensamientos y disfrutes; el movimiento, imprescindible en estas edades; los tesoros como búsqueda de la felicidad para crecer, porque no hay crecimiento sin búsqueda de un deseo; los cuentos, que nos prestan sus narraciones para convertirse en pensamientos necesarios para la vida; el baile como forma de expresión que nos hace ser y sentir, dibujando, con nuestros cuerpos, figuras en el aire; la utilización de herramientas reales para no infantilizar a la infancia; las pompas de jabón y los juegos de sombras, necesarios para sentir la magia emocional; el teatro como recreación de la vida; el compromiso social con la naturaleza y su disfrute. Y de fondo, la libertad, para que cada persona se desarrolle según sus necesidades y deseos.

Este libro retrata, con excelentes ilustraciones, estas experiencias y emociones de manera poética, invitándonos a evocar nuestra niñez y a mejorar la educación de la infancia. Un hilo de color amarillo recorre cada imagen invitándonos a recuperar los juegos de nuestra niñez para hacer algo con ello. Porque, solo desde lo que fuimos, podemos educar.

Este libro tiene magia, ¡siempre nos sorprende esta maestra! Al final, encontramos un agujero, como en Alicia en el país de la maravilla. A través de un código QR, podemos adentrarnos en su aula, con fotografías alusivas a cada capítulo del libro. Esto da sentido a su texto mediante evidencias prácticas.

Disfrutemos, pues, de este poético texto que nos sugiere en cada capítulo tres regalos: invitarnos a descubrir nuestra niñez, mostrarnos saberes imprescindibles para educar e interpelarnos para mejorar la educación de la infancia.  

Gracias, amiga, por plasmar tus experiencias en esta bella obra que ayudará, sin duda, a mejorar la educación infantil. La escuela está necesitada, hoy más que nunca, de narraciones educativas cercanas, emocionales y profundas; de miradas sinceras, que vislumbren los deseos de la infancia para, a partir de ahí, ofrecer una escuela infantil más amable y respetuosa.

            


      

Vélez-Málaga, 7 de marzo de 2024.