El curso pasado tuve a un estudiante de magisterio de prácticas en mi aula.
En teoría, ellos vienen a aprender de mí, pero soy yo el que más aprendo. Este
curso descubrí que la solución para muchos problemas de la educación infantil
es La Pareja Educativa.
Mis programaciones eran reconocidas y valoradas de forma inmediata,
aumentando mi autoestima y mi entusiasmo. Mis dudas las consultaba con él y se
mitigaba mi angustia. Los proyectos se materializaban mientras le contaba mis
pretensiones y él me escuchaba atentamente. Mis apreciaciones sobre el alumnado
eran contrastadas por otra mirada que alumbraba nuevas perspectivas. En muchos
momentos discutíamos sobre las posibilidades educativas del alumnado con
dificultades o me invitaba a observar actuaciones que me pasaban inadvertidas. Diariamente
me hacía sugerencias sobre posibles actividades.
Con él descubrí que los niños y niñas de infantil aprenden, sobretodo, en
pequeños grupos. En el tiempo libre por rincones, mientras yo estaba atento al
funcionamiento general del aula, él solía trabajar con un grupito pequeño. Y
así surge, de forma natural, actividades y experiencias muy sugerentes
difíciles de realizar por un solo maestro. Por ejemplo, cuando se nos murió el
saltamontes, se fue al jardín con los que estaban interesados en el
acontecimiento y lo enterraron, hicieron una tumba con flores y escribieron
notas de cariño. Tras visitar el Museo Thyssen de Málaga, montaron un taller de
pintura y exposiciones muy sugerente. Cuando algún acontecimiento interesante
ocurría en el aula siempre requerían de su presencia para que lo grabara y
dejara constancia gráfica. Así llegó a crear una carpeta en el ordenador del
aula titulada vídeos de los animales de la clase, en donde se podía contemplar
a nuestro sapo comiendo lombrices o la carrera que realizamos entre la babosa y
el caracol. También dejó documentación gráfica de muchos proyectos, como las
salidas por el pueblo o la siembra de plantas.
Ya no era el único adulto en el aula. Ahora podía compartir mis temores,
conjeturas, dudas e ilusiones con alguien. Y es así como la ansiedad se fue
disipando poco a poco, como la mente se abría al contrastar con otra mirada, como
las ilusiones se contagiaban y compartían.
Al acabar el curso, Isidro, que así se llama mi práctico compañero
educativo, me regala un libro de Alfredo Hoyuelo titulado “La ética en el
pensamiento y obra pedagógica de Loris Malaguzzi”. Y sigo aprendiendo durante
el verano con su lectura. Descubro que lo que habíamos experimentado durante el
curso es lo que el gran maestro de la escuela de Reggio Emilia llama la pareja
pedagógica. Os recomiendo formar parejas educativas con algún adulto que
tengáis a mano (apoyo, auxiliar, limpiadora, conserje o práctico), para
compartir, disfrutar y aprender de la compleja y gratificante tarea educativa en excelente compañía.
Cristóbal Gómez Mayorga,
Verano de 2012
5 comentarios:
Adelante a la pareja educativa, siempre que se compartan un mínimo de criterios pedagógicos, de formas de ver la educación y al niñ@.
Es enriquecedor y estimulante.
Saludos afectuosos
Mary
Es verdad. También existe la pareja frenadora. Todo lo que dice uno el otro lo contradice. Así no sólo nunca se avanza sino que se suele retroceder.
Besos, Mary
http://www.uam.es/servicios/apoyodocencia/ice/tarbiya/pdf/revistas/Tarbiya042.pdf
Pag 95.
por si quereis saber algo más del tema.
Buscad cosas interesantes sobre pareja educativa de Alfredo Hoyuelos y Malaguzzi. reggio Emilia.
Buena lectura
¡Y qué suerte hacer las prácticas con un maestro como tú! Creo que las prácticas son para muchos de nosotros, las primeras experiencias reales en contacto con niños/as, maestros y maestras. Yo también tuve la suerte de coincidir con una maestra que me hizo ver las cosas desde su maravillosa perspectiva, y a la que estaré agradecida siempre. De hecho, ya hace 4 años de eso, y seguimos aprendiendo juntas ¡Gracias a los que nos acogen así!
Gracias María por tus palabras. De eso se trata de aprender juntos. Porque los maestros y maestras en activo también necesitamos compartir nuestras dudas y disfrutar de nuestros aciertos.
Un beso
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