La
selección femenina de fútbol de España ha ganado el mundial. Después de las
celebraciones y el reconocimiento merecido momentáneo, pasado un tiempo, solo
será una meritoria anécdota. Pero es
necesario celebrar que se ha va a producir un cambio profundo en el mundo
educativo y en nuestra sociedad en los próximos años.
A
veces, lo que se lucha en política, en manifestaciones reivindicativas, en las
escuelas, y en tantas asociaciones feministas que luchan a diario por la
igualdad, se produce, por arte de magia, en un juego con pelota. Parece que las
mejoras sociales, como en la mitología griega, las producen los mitos y las
diosas.
Recuerdo
a una chica de mi cole que jugaba muy bien al fútbol pero lo hacía regateando
solo a niños. Siempre observé su destreza con el balón en los pies; y reflexionaba
sobre qué sentiría mientras jugaba al fútbol sin ninguna compañera, sin otra
mujer a quien pasar el balón. Se mostraba ensimismada y tímida, no alardeando
de sus capacidades de buena futbolista, no sentía orgullo de sus proezas. Eso
me inquietaba.
Sus
altas capacidades deportivas nunca le produjeron rechazo a la hora de jugar
porque eran evidentes sus destrezas. Pero ella jugaba en voz baja, sin llamar
la atención, sin orgullo ni referentes en esta disciplina poco reconocida para las
mujeres.
Recuerdo
a otras chicas de mi cole, no tan aventajadas en este deporte, que jugaban en
una esquina del patio a pegarle patadas a un cartón de zumo junto algunos
chicos con pocas capacidades en el juego de la pelota. Había algunas que no lo
hacían mal, pero no se sentían autorizadas para jugar con los chicos en el
amplio campo que dominaba el mayor espacio del patio de recreo.
Pero
todo eso ha cambiado en el instante en que una chica marca un gol en un mundial
y nos hace campeonas del mundo. Las chicas de mi escuela se sentirán orgullosas
de la hazaña de las jugadoras del equipo de España que son las mejores del
mundo mundial. Y exigirán su espacio en los recreos, porque ellas también
podrán jugar a lo que quieran sin discriminación alguna. Porque ya tienen
referentes que las avalan. Ahora las niñas también podrán alzar la mirada a lo
más alto mientras juegan con la pelota.
Porque
se ha producido un hito en la historia de este país; las mujeres han dado un
golpe en la mesa, un gran paso hacia la igualdad. Y lo que tanto nos costaba en
las escuelas, con trabajos en el día de
la mujer, con cientos de proyectos muy elaborados y que producía tan pocos
cambios…, lo han conseguido unas chicas que juegan al fútbol y han ganando un
mundial.
A
veces, los cambios culturales se producen de manera inesperada, pero siempre en
estados emocionales colectivos. Porque la emoción vivida, en la celebración de
ganar el mundial por las chicas de la selección española, ha producido un
estado emocional de toda la sociedad española, y cambiará, sin duda, las
arcaicas percepciones sobre las capacidades y posibilidades de la mujer en la
sociedad.
El
beso a su pareja de una futbolista lesbiana, la gitana que marcó el gol o la
chica de piel oscura condecorada como mejor futbolista joven, han producido
cambios, en nuestras mentes y corazones, más profundos que todos nuestros
intentos por crear unas generaciones más libres, diversas y permisivas con
nuestros proyectos de escuela igualitaria. Bienvenido sea este acontecimiento
que va a cambiar la educación de las chicas y los chicos de nuestra sociedad.
Gracias
al equipo de fútbol femenino de España por la hazaña, por mejorar la educación
de nuestro país con vuestra proeza, haciéndola más libre, diversa e igualitaria.
2 comentarios:
Buen artículo de Cristóbal lleno de la emoción que un momento así merece. Me hizo pensar varias cosas.
Una es la de los rreferentes que las mujeres, las niñas van teniendo o van encontrando desde la lógica de que los necesitan. Y es verdad que las propias mujeres lo van diciendo como que es algo que les falta. Pienso en la pobreza de referentes en las que muchas mujeres se han criado y como que ellas están creando lo que no tuvieron. En ese sentido son incluso más campeonas.
Lo otro es el valor de la educación: no es que esto haga más que muchas jornadas en los colegios sobre la igualdad...sino que esas jornadas han creado las condiciones para que muchas niñas se lancen a la piscina de ellas ser las nuevas referentes con valentía pero con el apoyo, seguramente sin conciencia de ello de muchas personas que encontraron en su etapa formativa...no solo la familia...que por ahí habría de todo, sino desde los colegios, desde los discursos que socialmente se van haciendo...Hace muy poco relativamente eran unas niñas y estaban en el colegio o en el Instituto.
Sigue así Cristóbal.
Querido Emilio, gracias por tu reflexión. Tienes toda la razón, quizás la proeza del equipo femenino de futbol se deba en parte a los años que desde los Centros Educativos hemos trabajado la igualdad en un sinfín de proyectos y actividades. Quizás ese sea un triunfo también de la escuela, que ahora se multiplica con el éxito de ganar un mundial.
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